Deformidades dentofaciales de origen respiratorio
La respiración oral es una actitud anómala que puede ser circunstancial y autolimitada en el tiempo (mayor actividad física, proceso catarral, etc) o bien quedar establecida como un modo habitual de respirar por causas orgánicas o funcionales entre las que destacan: hipertrofia adenoidea y amigdalar, rinitis, desviación del tabique nasal, hipertrofia de cornetes, polipos.. Siendo la hipertrofia adenoamigdalar una de las causas más comunes en los respiradores orales en edad infantil. Sin embargo, estas anomalías pueden dar paso a deformidades dentofaciales.
Deformidades dentofaciales con origen respiratorio
El verdadero problema se plantea cuando la respiración oral se convierte en un hábito, prolongándose indefinidamente aún después de haber eliminado el origen de la misma, y si esta situación coincide con los periodos de crecimiento y desarrollo craneofacial (etapa infantil y prepuberal) darán lugar a deformidades dentofaciales, junto con otro tipo anomalías como: alteraciones estaturoponderales, enuresis nocturna, hiperactividad, déficit de atención, alteraciones del habla etc.
Los efectos de la respiración oral en la morfología craneofacial y en el desarrollo de las maloclusiones es un tema que desde hace tiempo ha sido motivo de interés y controversia. Mas aún, la función nasorespiratoria concierne no solo a los dentistas, ortodoncistas sino a pediatras, logopedas, otorrinolaringólogos, alergólogos, neumólogos, cirujanos maxilofacilales relacionados con la función nasorespiratoria y el crecimiento facial.
Un diágnostico y un tratamiento tempranos de los factores responsables de la respiración oral pueden prevenir alteraciones de la región dentofacial y las secuelas en la apariencia de los individuos; pudiendo reducir o evitar la necesidad de un tratamiento ortodóncico u ortopédico avanzado, complejo y costoso.
Una historia clínica adecuada y algunos signos permiten sospechar que el paciente es respirador bucal, motivo para referirlo a un especialista otorrinolaringólogo alergólogo, para determinar si se trata de un problema de alergia o de una obstrucción; de alguna otra enfermedad o si sólo se trata de un hábito. En cualquier caso el paciente debe ser valorado por el ortodoncista para prevenir o en su caso tratar las alteraciones faciales y dentales.
En consecuencia, es necesaria la coordinación entre pediatras, otorrinolaringólogos, alergólogos, dentistas, ortodoncistas, logopedas para evitar problemas y obtener mejores resultados terapéuticos.
Quizás esto nos ayude a sentar las bases de un protocolo de un tratamiento interdisciplinario de actuación adecuado para estos niños. Con ello no solo conseguiremos disminuir la incidencia de los trastornos respiratorios del sueño en la infancia sino que también repercutirá en la reducción de los mismos en edad adulta.